Void Rivals

Cuando Moztros anunció la publicación en España de Void Rivals, muchos lectores se sorprendieron al descubrir que el cómic formaba parte de un nuevo universo compartido —el Universo Energon— que conecta con TransformersG.I. Joe. A priori, podía dar la sensación de que nos encontraríamos con un mero apéndice de las sagas de Hasbro que ya conocemos, pero Robert Kirkman (guionista) y Lorenzo De Felici (dibujante) nos traen una obra que, si bien bebe de elementos muy reconocibles (por ejemplo, la presencia de razas como los Quintessons o los mismísimos Transformers como cameos), desarrolla su propia historia y personalidad. Todo ello con una premisa que recuerda a la mítica película “Enemigo Mío”: dos bandos eternamente enfrentados, dos pilotos caídos en un planeta desolado y la incómoda necesidad de cooperar para sobrevivir.

Un universo en guerra… y un choque de culturas

La trama principal de Void Rivals parte de un interminable conflicto alrededor del llamado “Anillo Sagrado”, donde los restos de dos mundos colisionan en una lucha sin cuartel cerca de un agujero negro. Los protagonistas, Darak y Solila, representan a dos facciones rivales que, tras estrellarse en un planeta inhóspito, deben unirse para escapar. Kirkman, que ya demostró en obras como Oblivion Song su habilidad para crear universos amplios y con múltiples capas, pone sobre la mesa temas como la religión, la conspiración y la manipulación social. Al adentrarnos en los orígenes de ambos bandos, se van sembrando pistas sobre su vínculo común —lo que pone en duda la lógica de un conflicto que, como suele ocurrir en las buenas historias de ciencia ficción, se revela bastante absurdo cuando se observa de cerca.

El primer volumen deja sensaciones muy positivas, sobre todo por el modo en que presenta este microcosmos de culturas en guerra, con retazos que evocan las tramas espaciales de Transformers. Sin embargo, la historia de Darak y Solila logra mantenerse por sí misma, sin depender únicamente de los cameos de personajes o especies icónicas. La “mano robótica”, el Manodroide de Darak, por ejemplo, (un guante con ordenador que le habla, cuida de él, guía sus tiros cuando empuña un arma…) añade un punto de originalidad en cuanto a cómo conviven la tecnología y la sociedad de estos pueblos enfrentados.

Uno de los mayores alicientes de Void Rivals es su pertenencia al recién bautizado “Universo Energon”. Kirkman y De Felici han sabido jugar con el factor sorpresa, pues la conexión real con Transformers (y, en menor grado, con G.I. Joe) no se desvela completamente hasta que uno avanza en la lectura. Los lectores veteranos de los Robots in disguise disfrutarán de apariciones inesperadas y menciones a elementos clásicos. Sin embargo, incluso si no eres un seguidor acérrimo del lore creado por Hasbro, hay suficiente worldbuilding y personajes nuevos como para que la experiencia resulte entretenida.

Puede que la presencia de caras más conocidas de Transformers en el Volumen 2 eclipse algo al reparto principal de Void Rivals. ¿A mi modo de verlo? A Hot Rod o a Springer los conocemos desde hace décadas (o creemos conocerlos en base a anteriores encarnaciones de otras etapas publicadas por otras editoriales). A Darak y Solila apenas hemos tenido unos números para descubrirlos, así que, si bien los "roboces" pueden llevarse la atención, creo que se me antojan mucho más interesantes los nuevos personajes que lideran la historia de Void Rivals. Además, precisamente en el volumen 2 tenemos una tremebunda revelación con respecto a sus orígenes. También mola ver a los Transformers desde la perspectiva de estos nuevos protas, Agorrianos y Zertonianos, tan parecidos a nosotros y a su vez, tan distintos. A su lado, estos robots gigantes parecen semidioses, enormes, con millones de años de vida a sus espaldas, sabios unos y violentos otros. Una pasada. Veremos donde nos lleva esta suerte de crossover que explora los orígenes, precisamente de la fuente de vida de los hijos de Primus, el Energon. 

En el apartado artístico, Lorenzo De Felici (quien ya colaboró con Kirkman en Oblivion Song) entrega un trabajo sólido, con un estilo dinámico y detallado. Las secuencias de acción están bien planteadas y aprovechan muy bien el amplio lienzo espacial del que dispone la serie. Además, el color de Matheus Lopes aporta una atmósfera polvorienta y un tanto desgastada que refuerza la impresión de que estos mundos llevan mucho tiempo al borde de la extinción. 

Void Rivals es, en esencia, una aventura de ciencia ficción que logra un equilibrio interesante: por un lado, amplía el Universo Energon con cameos y detalles que entusiasmarán a los fans de TransformersG.I. Joe; por el otro, presenta su propia historia de rivalidad ancestral, fe ciega y conspiraciones, con dos protagonistas que buscan sobrevivir y desafiar el curso de una guerra sin sentido.

  • Lo mejor:

    • La ambientación y el trasfondo bélico-religioso, que añade intriga y preguntas sobre el verdadero origen de ambas facciones (y del mismísimo Energon y los cibertronianos).
       
  • Lo peor:

    • Algunos personajes secundarios resultan poco memorables y existen tramas que no terminan de despegar.
       
    • Se podrían profundizar más las motivaciones de Darak y Solila, que por momentos resultan un tanto arquetípicos.
       

Quizá su mayor desafío a futuro sea afianzar a sus protagonistas sin depender en exceso de los iconos más famosos del Universo Energon. Aun así, si buscas una aventura galáctica diferente y te intrigan los misterios de este nuevo cosmos, merece la pena darle una oportunidad. 

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